El mar de material sintético está formado por 10.000
botellas de plástico, que son las que el fotógrafo calcula que consume de media
una persona en su vida. El plástico no sólo contamina el océano, también
contiene toxinas que contaminan las fuentes de agua, lo que contribuye a
empeorar la calidad del aire a través de los venenos químicos que se evaporan a
la atmósfera.
Al hacer que las modelos "naden" en un océano de
plástico, Von Wong crea una representación visual del impacto ambiental.