El día de hoy me encontré con un articulo que se titula “Ser
anticuado” el cual me hizo reflexionar acerca de los amos de hoy y los que
somos más viejos.
El articulo expresa que no es una ofensa el apelativo o se
dice con mala intensión, ante otros amos jóvenes podemos parecer anticuado por
la propia forma de pensar.
No se trata del corte de cabello, ni la ropa, sino de que no
estemos de acuerdo con la idea de sacar algún beneficio económico de las
sumisas, ni alquilarlas, ni venderlas, ni explotarlas económicamente en modo
alguno.
Siempre, hemos considerado que un Dominante debe ser un
caballero, y no un mercader, ha de llevarse por un código de honor, y no
salirse de él, ha de cumplir lo pactado, y ha de respetar y cuidar a su sumisa,
no solo abusar o domarla de mala manera.
No es que consideremos mal, que otros si las alquilen o
vendan, cada quien vive el BDSM a su manera y según sus códigos. Simplemente,
en el nuestro el mercadeo no existe.
El autor del articulo concluye que, cuando formas parte de
una familia tradicional, en la cual el padre lleva una responsabilidad y
compromiso con cada uno de sus miembros ( esposa e hijos) como raíces
familiares, te enseñan conceptos de tradición y honor; cuando en tu aprendizaje
como Amo, te rodeaste de otros con principios similares, entiendes que el tener
a una sumisa es tu responsabilidad de su cuidado y educación, las fallas de
ella, son las tuyas, pues fue tu responsabilidad la educación de ella, el respeto
a las normas en la relación, son avaladas por tu palabra.
De esta forma se comprende la forma de ser anticuados y no
nos aferramos a entender o vivir el BDSM actual o moderno, de tal modo que para
nosotros es perfecto el vivir y disfrutar el BDSM a nuestra manera caballerosa
y responsable, y no deseamos otra manera de vivirlo.
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