Celos


Tengo celos de ti. ¿Por qué negarlo?

tengo celos de ti, como olvidarlo;

celos de la sonrisa de tus labios,

celos de las miradas de tus ojos.


Cuando yo no te oigo,

¿cómo saber si me hablas?

cuando yo no te veo,

¿cómo saber si me miras?

 

Cuando no estoy contigo,

mi vida ya no tiene sentido,

extraño el dulce timbre de tu sonrisa,

tu mirada deseosa e impura,

que a veces acarician y otras desnudan.

 

Pero cuando alguien más te mira,

y te envuelve esa mirada

esa mirada que resbala por tu cuerpo,

¿qué es lo que piensas,

dime, ¿qué es lo que sientes?

 

Cuando tengo tu mano entre las mías,

sé cómo tu cuerpo se estremece;

cuando es otra la mano que te oprime,

¿qué es lo que sientes,

dime, ¿qué es lo que deseas?

 

Yo sé, qué deseos nacen en ti,

cuando de mí te acuerdas;

pero cuándo es de otro,

¿qué recuerdo te obsesiona?

 

¿Qué es lo que sueñas,

dime, ¿qué es lo que más extrañas?

yo sé, el fervor que te provocan

mis oraciones ardientes,

con esos divinos ojos sensuales

y tus húmedos labios anhelantes.

 

Saturada de amor,

deseosa de pasión,

desvanecida por el desamor,

con el otro, será tu prisión.

 

Yo soy, la oración de amor quien te habla.

pero estas palabras, ya no serán las mismas,

pues dime mujer:

¿cómo te sonaran las palabras de otro?

 

Tú juras que me has dado tu corazón,

tu cuerpo y tu pasión;

pero nunca sabré, si detrás de tus ojos,

un pensamiento distinto al mío, matara tu pasión.

 

Los celos siempre son malos consejeros,

por eso merecen ser callados,

pero mi corazón dejo de vivir,

pues tu recuerdo a dejado de existir.

 

Celos hoy tengo,

pues tu a mi lado

ya te has ausentado.

No hay comentarios.: