El viaje al sado es tan atemporal como fascinante. En esta
primera etapa sólo se trata de que la sumisa cruce la línea entre ser y no ser
y, en definitiva, la verdad de sentir porque el sado hace sentir a la mujer
diferente y para esto la sumisa necesita sentir y ver por sí misma nuevas
sensaciones y sentidos transmitidos en su piel. Aquí, en este principio, la
mujer se siente sumisa perra de su deseo oculto pero llevada por la mano del
amo que la saca –durante este viaje-, la zorra y puta que lleva escondida
dentro.
No escribo ni hablo de ese seudo amo chateril vendehúmos que
no sabe conquistar a una mujer por falta de técnicas románticas y que, en su
defecto, adopta una postura de dominante adquirida en libros, películas o un
blog de internet. Este elemento, en concreto, no solamente no aporta nada al
BDSM del Sado, sino que como no tiene técnica ni personalidad formada como
dominante, por falta de experiencia, se dedica a criticar a otro Amo tipo perro
del hortelano ya que, en el fondo, no tiene rol y procede del lado vainilla.
A todos esos aprendices y demás secuaces pequeños hombres,
pero grandes masturbadores les insto a esta pequeña sabiduría con el proverbio
chino: No te metas en un camino que no sabes dónde te va a llevar.
En este transcurso, de este viaje, no hay ni miedos ni
reservas contrarios a la seudo sumisa mero espectadora virtual que fantasea con
sus dedos en su sexo que lo tiene hecho callos de tanto darle. Ese quiero y no
puedo sólo esconde una cárcel hermética donde este tipo de mujer se condena a
su propio futuro de no ser y no querer llegar a ser nada. Es esa nada del vacío
que siente y por la que nunca sabrá el verdadero sabor de la entrega. Sin la
entrega la sumisa divaga y nada en el abismo del averno presa de ella misma con
las simples excusas que la valen para no entregarse al amo adecuado tipo
sastre. En el fondo esas excusas no la protegen del inadecuado o mal dominante,
sino que se sirve – y a la vez utiliza-, para no cruzar la línea de la realidad
y entregarse en este viaje especial y espacial.
La sumisa viene encadenada en su propio mundo virtual –
preferiblemente chateril -, ya que allí nada como pez en el agua sin sentirse
acusada por su falta de entrega ya que ella se basta con excusas propias que
encuentra en ese mundo que conecta y no sirve ni vale a su medida pues, entre
otras cosas, el vestido ceñido y los zapatos de tacón altos no soporta ni
aguanta por su sobre peso. Incluso en este caso, existe también, el Sado
Medical que contribuye, en un primer momento, en esa “toma de medidas corporales”
para más adelante, ya la sumisa perra de su deseo, terminen con otra técnicas
tipo “dilataciones” o, avanzadas, Needle Play.
En esa amplitud del desarrollo de la sumisa esta su destino
que sencillamente empieza con esa entrega al amo que sabe cómo conseguir que la
sumisa complazca así en sus deseos ocultos de su mente y que todo esto le lleve
a la sumisa al crecimiento como tal desde un inicio hasta aquello que quiera
probar y explorar en el mundo tan amplio del Sado.
Comienza este viaje con el paso de la mujer –ya sumisa-, que
acepta cruzar la línea de esa realidad del ser o no ser tipo Hamlet, con la
entrega y, pues, el proceso para la sumisa. La entrega no es una fe ciega sino dejarlo
todo en manos y la confianza del Dios Amo. Sólo dejando la voluntad y
perdiéndose en este viaje la sumisa encuentra su verdadero valor ya que es el
amo quien la hace sentir diferente. Todo este proceso lleva, a la vez, un
progreso que oscila entre el BDSM y el Sado donde la sumisa se deja llevar por
los instintos de sus oídos si sus ojos están vendados o por su tacto si tiene
las manos atadas. Llegados a este punto, la sumisa – perra de su deseo-,
empieza a sentir ese progreso que lentamente –y sin tiempo-, la lleva al sado.
Lo importante del sado es utilizar las herramientas tanto en
orden como en disciplina. En este blog hay y existen tanto maneras como
aparatos para que el amo sepa sacar los secretos inconfesables que la sumisa
lleva escondida dentro.
Ya sé que habrá gente con rol que me cuestione y sé y
conozco que hay mejores amos que yo en práctica, pero no se trata de lo que yo
practico o enseño sino de cómo lo práctico y enseño. Con este blog he tratado
de crear esa poesía para este viaje hacia el sado con las armonías que la
sumisa desea o quiere experimentar hasta llevarla al climax del Subspace. Los
paisajes y los peajes de este viaje atemporal –BDSM-SADO-, son etapas desde un
inicio con paradas de descanso para que la sumisa lo asimile todo hasta ese fin
que nunca se termina en la mente de la sumisa, porque los recuerdos harán que
perdure el mágico momento de este viaje. Crear sensaciones es parte de la magia
de un amo que no necesita trucos. Una sensación llena de infinitos matices y de
un abanico inmenso de sentidos consiste en someter con cuerdas en forma de red
el cuerpo de la sumisa desnuda y con zapatos altos de tacón para que su propio
placer de la entrega eyacule el squirting y se sienta encadenada a su propio
placer con su sexo mojado que recorre sus piernas haciéndola sentir por sí
misma esa sumisa perra de su deseo cómplice de su amo para al final follarla
como buena zorra y puta consecuencia de este fantástico viaje.
No hay dos viajes iguales como tampoco dos sumisas o dos
amos, porque cada viaje tiene un sentido diferente y cada viaje lleva a la
sumisa a otro destino. El destino de sumisa es amplio y abarca mil mundos:
Tantos como el sentido de sumisa. En este recorrido y con los múltiples
descansos y paradas, la sumisa no dejará de crecer con su amo, si bien éste
hace saber llegar, cómo y cuánto a la sumisa desea, espera y, en el fondo, es
sorprenderse de cada viaje hecho entrega.
Sólo la magia de un amo junto con su poder de improvisación
hará que el transcurso de este viaje llegue a buen fin con las dificultades e
inconvenientes del camino donde solamente llegar a saber bien las reacciones de
la sumisa cuando la sometemos en su piel con las distintas disciplinas nos hará
saber si ampliar ese placer unido en dolor o ese morbo hecho molestia que debemos
suspender y cambiar por otra práctica.
En este viaje hay que saber y tener en el concepto claro del
camino por dónde se empieza y el cómo se practica el sado para saber dónde
termina porque cada viaje en sado es diferente. Si empezamos con paciencia donde
someter a la sumisa nos dará el conocimiento si utilizamos la perseverancia en
busca de nuevas sensaciones que atraviesen los sentidos en su piel a través de
las disciplinas con la esperanza de que todo este trabajo como amo introduce a
la sumisa una semilla que produce, con el tiempo, lo que queremos conseguir de
ella: La sumisa perra entregada en Sado.
Para sumergir a la sumisa en este fantástico viaje se
necesita método, orden y disciplina, pero con la flexibilidad para encontrar la
sumisa perra que desea el amo. Una sumisa entregada de cualquier manera llega a
ser cualquier cosa. La semilla de una sumisa es a tales esfuerzos tales
resultados, a tanta acción tanta reacción, a tal causa tal efecto. Una búsqueda
en Sado no es un encuentro.
En este viaje puede ocurrir el desaliento y la impaciencia y
transmitir esto a la sumisa por no esperar todo lo que deseamos y nos complace
de ella. A todo esto, hay que reaccionar con impulsos positivos y no hay que
estar descuidado o desprevenido y actuar con el poder de imaginación e
improvisación de un amo para que cada viaje al sado sea un camino sin retorno.
En muchos viajes con la Princesa Turandot pude comprobar la
magnitud de estas palabras escritas cuyos sentidos no se pueden transcribir
porque son difíciles tanto de asimilar como entender. Es algo nuevo que se
siente en cada sesión de sado donde el espacio de someter y de dominar se
mezclan en un tiempo que transcurre milagrosamente lento como si se detuviera
ese “Yo” que necesita complacerse entre necesidad y complicidad para pasar a un
sentido de placer especial donde el sexo con la sumisa no es un fin sino una
consecuencia de este fantástico viaje al sado.
Mario Rey: Escuela, legado y leyenda en Sado.
Link: http://disciplinachina.blogspot.com/2022/