
Pienso que la expresión “ser sumisa” puede reflejar al menos dos tipos de sentimientos y acciones, muy diferentes, aunque igualmente respetables y válidos.
· * Se me ocurre que al menos hay un “ser sumisa =
querer someterse = tener carácter (actitud, personalidad Etc.). Esto es tener
un carácter propio de la persona, que se plasma en una actitud complaciente, dócil,
servicial, obediente, con un gusto por la subordinación y el servicio a otro. Y
esto con mayor o menor independencia de las prácticas que se realicen y que
puedan ser algunas de las canónicas del BDSM, o de estas unas pocas, o incluso
ninguna de ellas, ya que la actitud sumisa en este caso más bien es de carácter
o costumbre y no relacionada con una “acción especifica” (sesiones y practicas)
de sometimiento realizada para la persona del dominante.
· * Y por otro lado un “ser sumisa = querer ser
sometida (o que me sometan, que me obliguen a someterme, etc)” No es que tenga
personalidad sumisa, sino que atrae la excitación del momento concreto del
sometimiento. Es un deseo o morbo de ser sometida (por la persona óptima ya sea
por amor, o por su fuerza…), de que se haga sentir la sumisión, y con eso,
sumarle la independencia, el carácter de la persona que pueda ser neutro, autoritario
o controlador. Ocurre incluso que a las personas controladoras les es
especialmente grato el poder relajarse cediendo ese autocontrol a su sumisa (en
un momento o rato concreto por medio de un juego o práctica) y dejarse llevar
por el abandono de su placer, este abandono coyuntural de control es (dejar que
me lleve al clímax) y puede tener muchas formas, desde la inmovilización con
cuerdas, la infantilización, la disciplina doméstica o las diversas variantes del
BDSM, como raptos, violaciones, torturas y sesiones. A veces, el que me quiten
el control y me hagan sufrir o la otra que me quiten el control y me cuiden, la
mezcla o alternancia de estas dos, me obliga a gozar/ exhibirme/ comportarme en
formas que bajo mi propio control no admita desear o realizar… En fin, la
variedad es infinita y no cabe aquí el ser exhaustivo.
Problemas y malentendidos.
El caso es que un dominante podría decir
(Es que tu no eres sumisa) esto es, por que el cómo dom. espera una determinada
práctica (dolor, entrega física, orgía o humillación) y su sumisa no es
practicante de esos juegos o escenas estándar al estilo bedesemero, sino que
simplemente aspira a vivir su vida cotidiana de acuerdo con su personalidad o actitud
servicial, complaciente, cuidadora u obediente. Una situación así se oye a
veces cuando una persona se siente muy sumisa en su interior, pero luego no
acepta bien las prácticas de dolor, humillación pública, sesiones, etc.
No necesito un sugar daddy que me mantenga, ni un semental que me convenga. Me inspira más la intención de aquel que haga explotar mi perversión.
Pero a la inversa, el dominante podría también
esperar una actitud más consistentemente dócil por parte de la sumisa, más servicial
y encontrarse por el contrario con la obligación de “castigar” a una sumisa
provocadora, o de proporcionar constantes cuidados y atenciones para vivir su
dominación solo en el transcurso de cientos de juegos y roles de play o prácticas
tipificadas dentro del BDSM. Podría sentir que la sumisa se vale de la sumisión
(del sexo o del amor) para lograr las atenciones de un dom. de su preferencia,
desde el punto de vista como mujer, placeres físicos o románticos, cuidados
tiernos, sensaciones fuertes, inusuales e idealizados…, mientras que su carácter
o actitud fuera de esos juegos puede distar mucho de la sumisión; y por lo
tanto decir -Es que tú no eres sumisa- son las quejas frecuentes que oímos de
dominar desde abajo, de sumisión a la carta, de exigencias hacia un dom, con
una actitud de juzgarlo, controlarlo y de buscar el propio placer.
Como suele pasar, muchas veces es un problema
de las palabras y de no haber explicitado de manera más precisa (ante otro y a
veces ante uno mismo) el tipo o tipos de sumisión que se desea dar o recibir.
Transcrito de la web El rey de la casa (https://reydelacasa.com/las-dos-formas-de-ser-sumisa/)