Tus negros ojos.

 



Tus negros ojos, como dos estrellas en la noche,

brillan con sumisión, con un llamado a amarte,

un reflejo de tu alma, dócil y dispuesta,

a entregar tu cuerpo, a mi cuidado y mi voluntad.

 

Tus negros ojos vean atar tu cuerpo con cuerdas,

como si fueran caricias de mis manos, suaves y delicadas,

enredándose en todo tu ser, como una madeja de seda,

envolviéndote en un abrazo que no te deja.

 

Cada nudo que hago, es un beso que te doy,

cada cuerda que te ata, es un vínculo que nos une más,

tu cuerpo se entrega, sin resistencia ni miedo,

a mi voluntad, a mi deseo, a mi pasión.

 

Tus negros ojos me miran, con una luz tan brillante,

como si supieran el secreto de nuestra conexión misteriosa,

me hablan sin palabras, de un lenguaje solo conocido por nosotros dos,

un idioma de sumisión y dominio, de amor y entrega.

 

En tus negros ojos veo reflejada nuestra conexión extraña,

una danza de poder y sumisión,

donde ambos encontramos la dulzura del placer,

un juego de roles donde tú te rindes y yo te guío,

hacia un mundo de lujuria y éxtasis,

donde el mundo no importa.

 

Así que cierra los ojos y déjate llevar por mis manos expertas,

déjate envolver por las cuerdas que atan tu cuerpo hermoso,

y cuando abras tus negros ojos nuevamente,

verás en ellos el reflejo de mi amor verdadero.