En la oscura noche, mi amor por ti crece,
Como una planta sensual y exuberante.
Tu cuerpo es mi jardín, un paraíso secreto,
Donde fluyen dulces sonrisas y ardientes besos.
Tus curvas, una obra de arte lasciva,
Invitan a mis manos a explorar tu piel tersa.
Cada movimiento es un regalo que otorgo,
En este baile de sensaciones, donde me enredó.
Las correas de cuero, un lazo apretado,
Nos atan a la pasión que nos consume y abrasa.
El látigo hace vibrar tu piel, al acariciar tu cuerpo,
Y nuestros gemidos, se mezclan en una danza salvaje.
Tu cuerpo es mi reino, mi refugio, mi hogar,
Donde puedo perderme en tus encantos, sin medida ni miedo.
Bajo el manto de la noche, nuestra unión crece,
Una alianza de placer y dolor, que nos hace más fuertes.
Así, en esta danza de sombras y luces,
Nos rendimos a la pasión, sin freno ni control.
Y en cada caricia, en cada suspiro,
Descubrimos nuestro amor, más allá del límite.