Cuando no este contigo, y busques el calor de mi mano
acariciando tu rostro, cierra tus ojos y deja que el viento lo
haga: en ese momento yo seré el viento.
Cuando no este contigo y quieras escuchar el sonido
de mi voz, aléjate de la ciudad, camina por el campo y busca
un pájaro que, solitario, cante una historia de amor al viejo
Árbol: en ese instante yo seré ese pájaro.
Cuando no este contigo y sientas el deseo desbordante
de sentirme entre tus brazos, ve y camina por las calles y
encuentra al niño de ojos más tristes y abrázalo con emoción;
cuéntale que en el mundo hay algo más que dolor, platícale
de dios hasta que su cara se ilumine: ese niño seré yo.
Cuando no este contigo y sientas que quieres llorar,
espera con mucha paciencia a que llegue la lluvia de
agosto y camina de noche por la plaza y levanta la cara
hacia el cielo y mezcla tú llanto con la lluvia: en ese
momento, la lluvia seré yo.
Cuando no este contigo, y tus pasos estén cansados y
sientas en tu cuerpo las llagas del tiempo, recuéstate en tu
tu cama, en el mismo sitio del que yo dormí, entonces cierra tus ojos
Y vuelve a mí. Sabes que cuando no este contigo...
siempre te acompañare.